Controvertido discurso del nuevo Nobel de la Paz

12 de diciembre de 2009

Pressenza IPA

Obama intentó justificar sus conceptos de "guerra justa" y "paz justa" en un discurso tensionado entre la idea de que "la guerra a veces es necesaria" y que "la guerra es una expresión de desatino humano"; entre sus ideales no violentos inspirados en Luther King y la posición de Comandante en Jefe del ejército de un país que está en medio de dos guerras.

Pressenza Oslo, 10/12/09 Al recibir el Premio Nobel de la Paz, el presidente de los Estados Unidos Barack Obama señaló que "a pesar de toda la crueldad y las adversidades de nuestro mundo, no somos simples prisioneros del destino. Nuestros actos tienen importancia y pueden cambiar el rumbo de la historia y llevarla por el camino de la justicia".

Muchas de las frases de su discurso denotan la contradicción que vive quien se reconoce "como alguien que está parado aquí como consecuencia directa de la labor a la que el Dr. King le dedicó la vida, soy prueba viviente de la fuerza moral de la no violencia". “La violencia nunca produce paz permanente. No resuelve los problemas sociales: simplemente crea problemas nuevos y más complicados”. "Sé que no hay nada débil, nada pasivo, nada ingenuo en las convicciones y vida de Gandhi y King." Pero al mismo tiempo, en su calidad de jefe de Estado que ha jurado proteger y defender a su país, "garantizando la seguridad mundial durante más de seis décadas con la sangre de nuestros ciudadanos y el poderío de nuestras armas". Aunque sabe que "en muchos países hoy en día hay un profundo cuestionamiento del accionar militar, independientemente de la causa. Y a veces, a esto se suma una suspicacia automática por tratarse de Estados Unidos, la única superpotencia militar del mundo".

Toma entonces las palabras que el Presidente Kennedy propuso hace tiempo. “Concentrémonos”, dijo, “en una paz más práctica, más alcanzable, basada no en una revolución repentina de la naturaleza humana, sino una evolución gradual de las instituciones humanas”. Y el Obama de los grandes sueños pasa a justificar la política de lo posible.

Y dice "el compromiso de Estados Unidos con la seguridad mundial nunca flaqueará. Pero en un mundo en que las amenazas son más difusas y las misiones más complejas, Estados Unidos no puede actuar solo. Estados Unidos por su cuenta no puede lograr la paz. Ése es el caso en Afganistán. Es el caso en estados fallidos como Somalia, donde el terrorismo y la piratería van de la mano con la hambruna y el sufrimiento humano. Y lamentablemente, seguirá siendo la realidad en regiones inestables en el futuro. Los líderes y soldados de los países de la OTAN –y otros amigos y aliados– demuestran este hecho por medio de la habilidad y valentía que han mostrado en Afganistán. Pero en muchos países, hay una brecha entre los esfuerzos de los militares y la opinión ambivalente del público en general. Comprendo por qué la guerra no es popular. Pero también sé lo siguiente: la convicción de que la paz es deseable rara vez es suficiente para lograrla. La paz requiere responsabilidad. La paz conlleva sacrificio. Es por eso que la OTAN continúa siendo indispensable. Es por eso que debemos reforzar esfuerzos de mantenimiento de la paz a nivel regional y por la ONU, y no dejar la tarea en manos de unos cuantos países. Es por eso que les rendimos homenaje a quienes regresan a casa de misiones de mantenimiento de la paz y entrenamiento en el extranjero, en Oslo y Roma; Ottawa y Sydney; Dhaka y Kigali; los homenajeamos no como artífices de guerra sino como promotores, como promotores de la paz."

Obama ya no habla de la osadía de la paz, de la aspiración a construir desde el uso mismo de la metodología de la no violencia activa un tipo de sociedad donde no sea posible ejercer violencia de cualquier especie. Si bien se compromete a "evitar la proliferación de armas nucleares y lograr un mundo sin ellas", y dice que "Es el eje de mi política exterior".

Y trata de definir la paz que busca como una "paz justa, basada en los derechos inherentes y la dignidad de todas las personas". "Una paz justa incluye no sólo derechos civiles y políticos, sino que debe abarcar la seguridad económica y las oportunidades, pues la paz verdadera no es solamente la falta de temor, sino también la falta de privaciones."

"Acuerdos entre naciones. Instituciones sólidas. Apoyo a los derechos humanos. Inversiones en desarrollo. Todos éstos son ingredientes vitales para propiciar la evolución de la cual habló el Presidente Kennedy."

¿Será Afghanistan para Obama lo que fue Vietnam para Kennedy?

Pero hoy el mundo es bastante más complejo, tal como el presidente nortemaericano lo reconoce. *"Dado el vertiginoso ritmo de la globalización y la homogenización cultural promovida por la modernidad, no debería sorprendernos que la gente tema perder lo que aprecia de su identidad particular: su raza, su tribu y quizá más que nada, su religión. En algunos lugares, este temor ha producido conflictos. A veces, incluso parecemos estar retrocediendo. Lo vemos en el Oriente Medio, donde el conflicto entre árabes y judíos parece estar agravándose. Lo vemos en los países donde las divisiones tribales causan estragos." Y sostiene que "Una perspectiva tan distorsionada de la religión no sólo es incompatible con el concepto de la paz, sino también creo que es incompatible con el propósito de la fe, pues la regla de vital importancia en todas las principales religiones es tratar a los demás como te gustaría que te traten a ti."

"Cumplir con esta ley de amor siempre ha sido el foco en la lucha de la naturaleza humana. No somos infalibles. Cometemos errores y caemos presa de las tentaciones del orgullo y el poder, y a veces la maldad. Incluso aquellos de nosotros con las mejores intenciones a veces dejamos de rectificar los errores ante nosotros."

Quizá si será mucho pedir, pero esperábamos que Obama rectificara los errores de agresión bélica de los gobiernos norteamericanos anteriores. Creemos, como él, en los modelos de conducta no violenta. "La no violencia que practicaban hombres como Gandhi y King quizá no sea práctica o posible en todas las circunstancias, pero si, el amor que predicaron, su fe en el progreso humano, siempre debe ser la estrella que nos guíe en nuestra travesía." "Pues si perdemos esa fe, si la descartamos como tonta o ingenua, si existe un divorcio entre ésta y las decisiones que tomamos sobre asuntos de guerra y paz… entonces perdemos lo mejor de nuestra humanidad. Perdemos nuestro sentido de lo que se puede lograr. Perdemos nuestro compás moral."

“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”

Hoy 10 de diciembre es el 61 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, firmada en 1948 por más de 160 estados. Son todavía una aspiración ya que no se cumplen a lo largo y ancho de este mundo. La lucha por su plena vigencia lleva al cuestionamiento de los poderes actuales y su sustitución por los poderes de una nueva sociedad humana.
Pressenza Madrid, 10/12/09 Este es el lema, asignado a la celebración en el día de hoy, 10 de diciembre de 2009, del 61 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, firmada en 1948 por más de 160 estados. Este lema se ha inspirado en el artículo segundo de la Declaración de los Derechos Humanos que dice: “toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.” A pesar de ser el primer acuerdo mundial sobre derechos humanos, poco se ha avanzado en el cumplimiento de los mismos, debido fundamentalmente al juego hipócrita e interesado de la mayoría de los gobiernos del mundo, tanto del primer mundo, del segundo o del tercero: existen más de 20 puntos en la tierra en los que hay guerras y conflictos armados. Hay una seria amenaza de conflicto nuclear. Existen presos de conciencia, torturas institucionales, penas de muerte, asesinatos políticos… Y además de estas situaciones, que en muchos casos nos parecen lejanas para nuestras sociedades occidentales, de repente aparecen flagrantes pisoteos de los derechos humanos, como sucede actualmente con el caso de la líder saharaui de la No Violencia Aminatu Haidar o el trato inhumano que se dispensa en los centros de internamiento de inmigrantes en España, por poner algún ejemplo. Las guerras, las invasiones de territorios o el terrorismo son quizás los ejemplos más claros donde se vulneran cruelmente los derechos humanos. Pero ¿qué decir de la Violencia generalizada que afecta a todos los órdenes de la vida: la violencia económica, sexual, religiosa, la discriminación en base a la raza, estrato social o procedencia?. ¿Qué se puede esperar sobre cumplimiento de Derechos Humanos si el derecho a veto en la ONU, lo tienen los 5 países con mayor producción y venta de armamento?, ¿qué se puede esperar de estos cumplimientos, cuando la mayoría de la humanidad no ve satisfechas sus más inmediatas necesidades en materia de alimentación, sanidad, educación, vivienda, acceso al agua potable, democracia…? Sobre los Derechos Humanos, Silo fundador del Nuevo Humanismo, en su libro “Cartas a mis amigos” (Carta novena) expresa: ”Sólo podemos hablar de aspiraciones que tendrán que convertirse en derechos. Los derechos humanos no pertenecen al pasado, están allí en el futuro succionando la intencionalidad, alimentando una lucha que se reaviva en cada nueva violación al destino del hombre. Por esto, todo reclamo que se haga a favor de ellos tiene sentido porque muestra a los poderes actuales que no son omnipotentes y que no tienen controlado el futuro”. “Estos derechos hoy son considerados como simples aspiraciones y no pueden ser plenamente vigentes dados los poderes establecidos. La lucha por la plena vigencia de los derechos humanos lleva, necesariamente, al cuestionamiento de los poderes actuales orientando la acción hacia la sustitución de éstos por los poderes de una nueva sociedad humana”